La generación Boomer, nacida entre 1946 y 1964, vivió en una época donde las oportunidades para crear riqueza y ahorrar eran considerablemente más accesibles que hoy. Este grupo experimentó un entorno económico único, en el cual los precios de los activos, como la vivienda, eran bajos en comparación con los salarios, y el acceso a crédito barato les permitió acumular activos financieros de manera más sencilla. Sin embargo, detrás de este aparente éxito, también se esconde una dependencia significativa de la deuda que, aunque fue ventajosa para ellos, ha creado obstáculos para las generaciones más jóvenes.
Boomers jugando a las cartas |
Boomers vs. Jóvenes: La verdadera razón detrás de las diferencias económicas
El auge de la deuda y el declive del patrón oro
Durante los años 70, los Boomers presenciaron un cambio crucial en la estructura económica global: la ruptura del patrón oro. Esta decisión permitió a los gobiernos imprimir más dinero y tomar deuda con mayor facilidad, lo que incentivó una expansión económica basada en el crédito. La deuda se convirtió en el motor que impulsó el crecimiento de la riqueza, y los Boomers supieron aprovechar esta situación.
A pesar del estancamiento salarial que comenzó a hacerse evidente a partir de 1972, esta generación pudo seguir prosperando gracias al acceso a activos como viviendas y mercados financieros a precios razonables. El ratio precio de la vivienda frente al salario era inferior a 4, lo que les permitía adquirir bienes raíces, ahorrar y generar riqueza a largo plazo. En comparación, para las generaciones más jóvenes, este ratio es mucho más alto, lo que dificulta la compra de activos y, por ende, la acumulación de riqueza.
Ruptura del Patrón Oro |
La paradoja del estancamiento salarial y el crecimiento de la riqueza
Uno de los fenómenos más evidentes que han impactado a las generaciones posteriores es el estancamiento salarial. Aunque los salarios crecían de la mano de la productividad hasta 1972, a partir de ese año, la desconexión entre ambos fue cada vez mayor. Los salarios dejaron de reflejar los aumentos en la productividad, lo que ha dejado a las generaciones más jóvenes en una posición más vulnerable.
Para los Boomers, sin embargo, el impacto de este estancamiento fue mitigado por el aumento de los precios de los activos. Aunque sus sueldos no crecieron de forma significativa, sus inversiones en vivienda y otros activos financieros se valorizaron gracias a la inflación y la expansión del crédito. En otras palabras, mientras los salarios se mantenían relativamente estables, los Boomers veían cómo su riqueza aumentaba sin tener que depender exclusivamente de su salario.
La sobre-financiarización de la economía: un legado Boomer
La creciente dependencia de la deuda y la expansión del sector financiero son, en gran parte, un legado de la generación Boomer. La financiarización de la economía, que favorece la especulación sobre el trabajo productivo, ha profundizado las desigualdades entre generaciones. Los jóvenes de hoy enfrentan un mercado de trabajo más competitivo, con salarios estancados, y un mercado de activos cada vez más inaccesible, lo que dificulta la creación de riqueza.
Mientras que los Boomers pudieron beneficiarse de un sistema económico que favoreció la toma de deuda y la acumulación de activos, las generaciones actuales se enfrentan a una economía donde las mismas oportunidades parecen haber desaparecido. Comprar una vivienda o invertir en activos financieros es mucho más difícil para un joven de hoy en día, lo que perpetúa un ciclo de desigualdad.
Relación entre el precio de la vivienda y los ingresos del hogar |
Crítica intergeneracional
A menudo, los Boomers critican a las generaciones más jóvenes por no trabajar tan duro o no ahorrar lo suficiente. Sin embargo, esta crítica ignora el contexto económico radicalmente diferente en el que estas generaciones crecieron. Mientras los Boomers pudieron disfrutar de un entorno económico que les permitió acumular riqueza de manera relativamente sencilla, las generaciones más jóvenes han sido relegadas a un segundo plano en términos de oportunidades.
La próxima vez que un Boomer cuestione la ética de trabajo de un millennial o miembro de la generación Z, sería útil recordarle que gran parte de su éxito financiero se debe no solo a su trabajo duro, sino a decisiones políticas que favorecieron la creación de deuda y la inflación de precios de activos. Estos factores han contribuido a un entorno económico que, lejos de ser equitativo, ha beneficiado desproporcionadamente a la generación Boomer mientras deja a las generaciones más jóvenes luchando por acceder a los mismos recursos que una vez fueron fácilmente accesibles.
Por qué fue más fácil crear riqueza antes
Aunque los Boomers trabajaron duro, también disfrutaron de un entorno económico excepcionalmente favorable. La ruptura del patrón oro, la financiarización de la economía y el acceso a activos a precios bajos fueron factores que les permitieron acumular riqueza. Sin embargo, para las generaciones más jóvenes, el panorama es mucho más desafiante, lo que hace que las comparaciones entre ambas generaciones sean injustas y miopes. La verdadera clave para entender esta dinámica radica en reconocer las diferencias estructurales que han definido las oportunidades para cada grupo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario